martes, 9 de febrero de 2010

Sociología Ciberespacial y Messengera

Claude Levi-Strauss espera bajo la pestaña del PDF que ella tiene que leer esta noche. Lleva como una hora minimizado...vilmente ignorado y desplazado. Bajo la amenaza de volverse momia: a la espera de que la señorita tecleadora deje de chismear y reir como loca frente a la pantalla.

Como buen estructuralista, él tiene que saber qué pieza del puzzle social responde por la indiferencia de ella hacia su exposición del boom de la fonética a partir de la interconexión con la sociología. ["¡Caray, nada más divertido!"] Así que, en un arrebato, decide violar el secreto confesional del messenger y asomarse a una de las cuatro conversaciones que titilan en color naranja esperando una respuesta en flash. Se promete no ser demasiado fisgón: "sólo las primeras quince palabras y me salto a la siguiente pestaña".

Uno:

-el.chico.macabro- dice: ¿Pedro Mundo? Mejor: perro inmundo!! Me caga!
- señorita.tecleadora- dice: JaJaJa!! ¿Qué sucede hoy? ¡Cuánta agresividad y mala... [límite de chisme: quince palabras. ¡Neeeeeeeeeext!].

Dos:

- diva.guadalupana- dice: Hoy soñé con el wey ese del manzanazo, Newton.
- señorita.tecleadora- dice: JaJaJa!! ¿Qué sucede hoy? ¡Sueños científicos! [límite de chisme: ¡Neeeeeeeeeext!].

Tres:

- haba.mal.cocida- dice: ...Y ahora piensa que soy una zorra del mal.
- señorita.tecleadora- dice: JaJaJa!! ¿Qué sucede hoy? ¡Zoológico infernal! [límite de chisme: ¡Neeeeeeeeeext!].

Cuatro:

- señorita.tecleadora- dice: JaJaJa!! ¿Qué sucede hoy?
- san.pepe.mártir- dice: Ni idea. Pero el tipo con cara de antropólogo francés que está escondido bajo el botón de zumbidos me da miedo =S [límite de chisme SOBREPASADO: Levi-Strauss descubierto].
- conversación.hecha.caos- dice: ¡Bátman! ¡Llamen a Bátman!

viernes, 29 de enero de 2010

EsTaRás!!!

[¡Salidito del horno! Monse, gracias por compartirlo conmigo =D]



En tus 18 años...cuando creees que el amor es la razón de tu vida, y que al mismo tiempo no se hizo para ti, cuando los grandes problemas que te agobian es pasar mate y que “él” te devuelva a la vida con una palabra… es increíble tener cerca a una confidente, a la que le puedas llamar tan solo para decirle “malditooooo!!! Amigaa juro que no me vuelve a pasar”… aunque siempre vuelve a pasar, y cuidado: cada vez tus defensas están más bajas por que en cada momento parece que te enamoras mas, …RAAARROOO que me enamore, como dice Ollin, jajaja.
fue una tarde increíble, recordando la prepa y aquellos amores que tal vez algún día olvide…
Si, aún queda mucho que decir, y el tiempo como siempre en mi contra, pasando sobre mí, gritándome que ya no volverá, recuerdo con precisión lo que pasó,.. Mi cara angustiosa al pasar el humo de los carros por no saber si era san Pablo o Santiaguito y con los molestos piropos de los albañiles de la central mientras pensaba…”Ollin, Ollin”.
De Ollin recuerdo sus rizos, sus grandes ojos cafés cuando me miraban ilusionada por un tipo que aún no sabe lo que perdió, su cara en el antro mas conocido de Huatulco, sus palabras de aliento en la biblioteca de mi prepa y por que no: las mil y una ilusiones compartidas en la pista de atletismo arenosa del COBAO, como olvidar las grandes críticas a las dos gordas mas odiosas de Oaxaca jajaja y el ultimo y primer beso de dos historias que tal vez ya sólo son pasado, llegando mis ojos se iluminaron al verla y es que como no notar el rimel en sus pestañas que acentuaban la luz de su mirada y esa seguridad que la caracteriza, en ese momento recordé como la había echado de menos, un abrazo no fue suficiente para decirle: “te he extrañado”,es difícil saber que no estarás mas a un lado de mi butaca, ni veré mas tus calcetas, me duele pensar que ese ciclo a finalizado, no dije eso, todo se resumió en un simple: "amix siento llegar tarde”…

La veía mientras preparaba el agua de guanábana mas rica que he probado, la miraba mientras pensaba que tal vez esa imagen no se volvería a repetir. La vista de su ventana era sorprendente tal y como la ultima vez, recuerdo su cuarto que huele a su personalidad, Ollin cuanto quisiera que pudieras sentir cuanto te he extrañado: las veces que quise tenerte a un lado de mi butaca para mandarte la noticia más actual, contarte algo súper importante, compartir un secreto o simplemente una tirita de papel, nada es igual sin las tormentosas “horas de la salida”, sin los bloqueadores de coco ni las rocker canciones de moderatto, si,, ya lo veía venir =( nada es lo mismo sin ti.

Y NUESTRA GRAN PLATIK COMENZO con una cita frustrada al cine,
Y 2 palabras nuevas, y es que quien diría que “cura” es una palabra!!! Jajaja
Ollin había traído a México con ella, pensar en Ollin es recordar que
Existe la amistad, recordar la búsqueda de un gran amor con una canción llamada “eres mi religión” que aun no se por qué pero cuando la escucho no puedo evitar imaginar a Ollin caminando por las calles de la Condesa de la mano de su gran amor, como ella lo llamó “censurado” jajaj pero yo creo que todos saben quién es!!!Ella también seguirá el camino como yo, aunque ninguna de las dos sepamos bien a donde llegaremos,
La promesa seguirá siendo volver a vernos, en el central Park, en su cuarto o en el asta de la bandera!! Pero lo cierto es que hoy y ahora la vida es furtiva como el calendario, y si, como mi reloj, que justo ese día se le ocurrió caminar mas a prisa con sus manecillas…
TANTO ESPERAR… Y PASO TAN TAN RAPIDO UN NUDO EN LA GARGANTA OPACA MI VOZ AL RECORDAR Q PTRA VZ T XTRAÑARE…

viernes, 22 de enero de 2010

Palomitas cursis

El aire es dulce. Los suspiros de las pobre palomitas quemadas quedaron dando vueltas en la sala. La temperatura es tan baja que el caramelo podría condensarse ahora mismo en una lluvia de gotas de cristal color miel.

Me acompañaron a cada segundo de la peli más rosa que he visto en mis puros y castos dieciocho. Descubrí que empezaron a suspirar justo cuando el tipo intentó besarla y ella se alejó...

oO

...y ella se alejó!

Estoy cayendo en cuenta de que la canción "n-a-c-a", la de Camila y [otra vez] el ciberhoróscopo chino me están complicando la existencia. Justo cuando decidí que viviría de acuerdo a las leyes "buena onda" de los fluidos. Justo cuando creí que la paranoica era yo pensando que todo comploteaba para que tu regresaras...a mí.

...Como sea, estuvieron re-onda [=D].

¡ Y eso que estaban quemadas!

miércoles, 20 de enero de 2010

Promesas INcumplidas

Que no le perdonarías la condena a esa canción de cierta banda norteña que hace dos semanas definiste como: naca [Y que para colmo de tus males...se ha vuelto tan TOP que ha desfalcado las reproducciones de Moderatto, Swift y Katy Perry].

Que en este mes y medio dejarías el internet y tu afición por los ensayos miniatura de Fönz.

Que desempolvarías algunas fotos y quitarías otras de tu pared tapizada de recuerdos. [Cosa que por el contrario, hizo que hasta enmarcaras dos de tus mejores minutos].

Que no volverías a probar el queso para nachos ni los [malditos!] Bocadines.

Que ya no te darías el lujo de sentirte mal.

Que bloquearías a tus tres contactos máaaaaaaas hediondos y desagradables.

Que harías caso a toodos los consejos que dictara tu acompañante izquierdo y Matus. [La UNAM a veces te hace desvariar...jajaja].

Que la ilusión no se volvería a pegar en tus sueños como un post it asesino. [De esos que venden en el metro con forma de cuchillo de Chukie xD]

Que buscarías en todas las gavetas los "sobres " que tu mamá [segurito] leyó a sus anchas mientras tu no estabas. =S

Que harías esa llamada a las 3:03 a.m. [Y justamente ese día, cuando ya estabas lista después de dos shots de agua de manzana...(bastante fuerte, por cierto...;D jajaja), tediste cuenta de que tu crédito marcaba: $0.34].

Que te darías tiempo para terminar la docena de libros que dejaste a la mitad [Se duplicaron porque hasta empezaste otros que...tuvieron el mismo desenlace en el fondo de tu librero].

Que empezarías el año sin asuntos pendientes. [Oo ---> ¬¬ ---> :S ---> =( ]

Que serías fiel a la promesa meñique con Marlene de : jamás perder la esperanza.

Que te atreverías de decirlo aunque fuera lo más irracional y desencajado del mundo...aunque no te creyera.

Que borrarías de tu playlist todas las canciones que te recuerdan lo más importante que has olvidado. [Imposible: te habríaa quedado sin música].

Que no perderías nunca más los estribos con el conductor del Jetta verde [Weritaaa, ´pa qué trotaaas...chaleee, mejor yo te doy un aventooooooooooooon" ... ¬¬]

Que quemarías la caja forrada de morado donde duermen las cosas que te duelen. [Y pensaste, cuando tenías el fósforo prendido, a dos centímetros de distancia: "Mejor no, pobrecitas...mientras no se despierten son inofensivas"].

Que lanzarías por la ventana del cuarto tu resaca emocional. [Y decidiste tapar la ventana y asegurarla como si un huracán ya viniera arrasando el pueblo de Araña].

Que le demostrarías que haces mejores experimentos científicos que él. ["Esto es sólo un test"].

Que no volverías a ver películas de finales felices, absurdos ni injustos. [Y te pasaste las vacaciones haciendo zapping entre Golden 1 y TNT].

Que te repetirías cada mañana después de escuchar la alarma de "Hot & Cold", que "hoy no estás confundida: que siempre lo supiste". [Y tan lo supiste desde el primer momento que hoy estás aun máaas confundida].

Que serías fuerte mientras se le "ocurría" que quizá él pudiera decirlo primero [Y así pasó el tiempo y se terminó el mes y medio...y luego el 2009].

Que no volverías a dudar de tu cordura. [Pero después del baile de Navidaad y la broma de los vestidos pegaditos...jajajajaja].

Que jamás te pondrías de nuevo esos jeans de... [Britney xD]

Que cuando llegara el día en que lo vieras...no te lanzarías sobre él [como sucedió en el último sueño que tuviste sobre tu almohada chilanga antes de volver a Oaxaca].

Que no esperarías cosas que desde antes dabas por "caso perdido, solucionable sólo si Sherlock Holmes se sale de la peli y me viene a resolver los problemas" y que categorizaste como: " n.e.l.s., nunca lo pensaré porque jamás pas /ó/aría/ará/".

Que seguirías al pie de la letra las reglas de tu sexto sentido. [Y descubriste que hasta apareció un séptimo y séptimo.punto.cinco].

Que no cuestionarías más a la distancia. [Distancia, te quiero hacer otra una pregunta].

Que si todo salía bien le pedirías que no privara al mundo de esa maravillosa mirada felina.
[Grrrrrrr!].

Pero como buena fan de "quizá mañana no sea tarde", prefiero esperar a que...

sábado, 9 de enero de 2010

Una "eme" bieeen glamm

Odias los escalones, pero esta vez los subes con gusto: uno, dos, tres. ¿Recuerdas la última vez que estuvimos aquí, amiga? Y volteas para encontrarte con el [siempre] rostro luminoso de Monse, quien va tras de ti y lanza un jubiloso ¡Siiiiii!

La has echado de menos en estos cuatro meses (que de no ser porque te consta que se le han caído ciento veinte hojas al calendario, dirías que han sido dos años). Y sin siquiera enterarse, ella ha estado siempre a tu lado. Como antes: en las muy, muy buenas; en las muy, muy malas y en las que no tienen nada de muy, muy.

En el Messenger, Facebook y Hi5 [que dejaste de usar hace un par de meses]; en los relatos que escribes; en las pláticas con tus amigas; en cada canción de Elefante que suena por donde caminas de regreso a casa; en los miles de videos de Victoria Secret que has buscado en YouTube y de los que te has hecho fan; en el anuario que tienes sobre el buró para aliviar los nada escasos días de tristeza; en las cartitas adornadas que te dio y que te llevaste para hacerte compañía; en los pixeles de todas tus fotos con ella; en el anillo de cristales negros que te regaló…pero principalmente en la mayoría de los recuerdos que metiste en la carpeta llamada increíble dentro del almacén de 2 megabytes donde guardas lo mejor de tu vida.

Llegan a tu cuarto y no pierden tiempo para ponerse al tanto de sus nuevas vidas. La miras y notas que ha cambiado un poco. No puedes equivocarte: se puso mucho más bonita. Un ligero acento en su voz indica la huella que poco a poco le va dejando Jalisco. Ves con fascinación el brillo inconfundible de los ojos de tu amiga, vuelves a escucharle esa forma tan curiosa de contarte algo nuevo y al poner atención a todo lo que dice (y cómo lo dice), confirmas que efectivamente, por dentro sigue siendo la misma Monse con quien juraste amistad para siempre aquél día de otoño mientras corrían en la polvosa y desolada pista del COBAO, después de clases.

No han llegado precisamente a ese punto de la plática pero algo en su “qué días aquellos…” te dice que ella, igual que tú, ya sabe bien el significado de la palabra soledad. Y mientras pasan de la plática del loser de [censurado] a la de Pandita, la broma que le hiciste a Cerón, el `Cric cric´(que les sienta perfecto a las dos), las nuevas amistades y hábitos con que se han encontrado en el camino, la escuela, las chicas súper guapas que les dan batalla, las palabras cura y chilangas que han aprendido, su amor americano, tu [traumante, gay y decepcionante] amor que [muy, muy censurado], los motivos de sus depres, los recuerdos que jamás olvidan, los que ya habían olvidado pero ahora regresan como por magia, los cuerpos perfectos de los `ángeles´ y la crónica del famoso beso en la penumbra de una sala de Cinépolis (que ya te sabes de memoria, pero que, como si se tratara de Zodiaco, no te cansas jamás de pedirle que te la cuente una vez más…) te sigues convenciendo de lo mucho que compartes con ella y de que tienes que rectificar que términos como: nostalgia, duda, desamor, añoranza, memorias, desconcierto y otras por el estilo, se suman a esa lista en donde soledad se ha ganado a pulso estar a la cabeza.

Comprendes que las lágrimas que le has dedicado a ella por su ausencia en tu vida no pueden ser más merecidas y justas. Sí, la quieres muchísimo. Y entonces el miedo a no volverla a ver hasta Semana Santa te anuda la garganta y sólo logras articular: amiga, te juro que te he extrañado un buen. Sabes que pudiste haber dicho más. Sabes que merece saber que sin ella ya nada es igual…pero no quieres llorar. No hoy, que el cielo está tan resfriadamente gris y amenaza con contagiarte su opacidad.

Miras por la ventana y te das cuenta que de tanta emoción no percibieron que han estado hablando a oscuras. Prendes la luz y maldices a los odiosos segundos que han hecho dar vueltas a las otras dos perezosas agujas del reloj. [¡Traidoras…! ¿Por qué hoy sí tenían que darse prisa?]

Es tarde: lo sabes. Tiene que irse: lo intuyes. Tampoco ella quiere: lo notas. Quedaron muchas cosas pendientes qué contarse: of course. [Tú querías que se quedara a dormir en tu casa: se lo dijiste hace un mes :S). No la dejaron, ni la dejarán: lo podrías jurar xD. Esta tarde te pondrás depre porque tu virulento troyano interior: nostalgia.exe, se escapó de la cuarentena: lo sientes invadiéndote.

Pesadamente, bajan las escaleras que tres horas antes subieron con tanta emoción: uno, dos, tres. Prométeme que volveremos a vernos, dice. Tú asientes.

No quieres que se vaya. ¿Y si la raptas? [Ja ja ja] ¿Y si le dices a su mamá que se la robaron en la Central pero que estás segura que la encontrarás como en dos días y hasta entonces se la devuelves? [xD] OK…no. Quizá no sea muy convincente.

Apenas llegan a la puerta y el taxi pasa por ella. [No se vale, siempre se tardan una eternidad…] Tiene que irse. Se despiden. Camina rumbo al taxi.

-Monchis, ¡tu revista!
- Léela, luego me la entregas.

¿Luego cuándo? ¿Y si no la vuelves a ver? :(

Cierra la puerta, el taxi avanza. En tanto se aleja, por alguna razón, te convences más que en ningún otro día de que nacieron para ser mejores amigas. Te consuelas pensando que si tus recuerdos funcionan como antes, ella nunca se irá. Y mientras el taxi desaparece al fondo, tras la curva, te felicitas infinitamente por haberla conocido.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Nocturno dolor de cabeza

Tacubaya: línea siete, color naranja. La gente se empuja para entrar al último vagón del tren subterráneo. Gritan y maldicen. La muchedumbre avanza precipitadamente antes de que se cierren las puertas. Una chica apresada en medio de la multitud se pregunta qué fuerza sobrenatural la ha llevado allí. Se llama Ollín, viste de morado y está asustada.

El metro comienza su marcha. La luz, pálida, fúnebre, parpadea tristemente como en las películas de terror. Ella se mueve con dificultad para encontrar un lugar en el rincón. A su alrededor todos hablan tan fuerte que atenúan las últimas notas de una canción: “Don´t forget. Please, don´t forget.”

Cierra los ojos con fuerza durante el viaje y finalmente siente cómo la pesada máquina frena. Seguramente se ha detenido en otra estación. Los abre de nuevo y descubre en la pared un letrero despintado que anuncia: San Pedro de los Pinos. Alto total. Las voces suben el volumen y sorpresivamente callan. Silencio absoluto. Sólo percibe el sonido intermitente del vacío. Todos los rostros han volcado su mirada sobre ella. Se acercan sin tocar el suelo y cuando siente sus respiraciones cerca del rostro, se desintegran y desaparecen.

Está sola en la oscuridad y afonía del vagón. El miedo paraliza su afán de gritar para pedir ayuda, y de pronto, del otro lado de las puertas selladas se reproduce una escena que le es conocida Parece un típico día en esa nueva ciudad a la que ha llegado a vivir: smog, frío y tráfico. Gente indiferente que con el semblante serio cruza las avenidas mojadas. Puede respirar el estrés a través del cristal. Ahora recuerda lo mucho que extraña su casa.

El vagón avanza de nuevo. Siente vibrar los rieles bajo sus pies mientras se repone de la consternación. No sabe a dónde la lleva esa locomotora extraviada. El ritmo de la vibración disminuye, se detiene y…San Antonio.

Las puertas vuelven a no abrirse. Delante de sus ojos discurre esta vez una sucesión de acciones incoherentes: dos hombres y una mujer discuten acaloradamente. Uno de ellos es alto, de barba y cabellos blancos y despeinados, bebe Coca Light y…huele raro. El otro es bajito, delgado. Su sedoso cabello negro luce recortado sobre los hombros y está bajo control gracias a dos curiosos pasadores laterales. Su mirada es feroz y vocifera: “¡Sean rebeldes!”. La mujer parece desesperada e intenta no perder el glamm, se acomoda el cabello rojizo y grita: “¡Cállate, Porfi! ¡Es vi-tal que escuches lo que dice Mr. Semiosis!”

Ollín no puede creer que sea posible algo tan irracional, así que corre a presionar el botón de emergencias. Avanza de nuevo, pero más rápido. Ya no siente la vibración habitual, sólo desconcierto y un fuerte dolor de cabeza.

El andén de Mixcoac está desierto. Por fin nada descabellado sucede. Pasa un minuto y lentamente empieza a aparecer gente de espaldas: dos, tres, cuatro. Cuando giran hacia ella no puede evitar las lágrimas, son automáticas, de nostalgia guardada. Karina, Monse, Andrea y Paco la saludan, sonríen. La llaman para que se una a ellos, como antes. A su mente acuden los recuerdos de la prepa, la hora de salida y los partidos de voleibol, el cine y los días de campo con ellos, sus eternos amigos.

Luego, desde el fondo se acerca un chico…el chico de siempre. Con su legendaria playera blanca y los jeans rotos con que lo conoció. Avanza lento, como sólo él sabe, como ella siempre lo recuerda. Su fisonomía mil veces memorizada no ha cambiado, su mirada misteriosa vuelve a encontrarse con la suya, después de aquella última vez antes de partir. Ahora sólo un centímetro de vidrio los separa, sólo el cristal frío y una palabra nunca dicha.

Él habla pero ella no escucha y su corazón siente un vacío enorme. Se ha cansado de llorar. El metro arranca, una vez más, y poco a poco la imagen difusa de sus recuerdos se esfuma, se queda atrás…una vez más.

La velocidad aumenta, aumenta y aumenta. Parece haber perdido el control. Sigue acelerando. El espacio vacío de la ventana proyecta las fotografías de su pasado: el último concierto, el fin de cursos en la playa, los cumpleaños, las inolvidables lecciones de mercadotecnia, los extravíos nocturnos…Oaxaca.

El vagón se desplaza igual de rápido que la luz y frena bruscamente. En el aire flota su canción: “The Climb”. Un extraño estremecimiento se apodera de su cuerpo. Sabe en qué lugar ha terminado…Barranca del Muerto. Y está consciente que sólo le queda una cosa por ver para quedar completamente destrozada.

Y sucede. Sus padres y hermano la miran de lejos. Ella no creía en eso de los corazones rotos pero esta vez hasta pudo escuchar el crack del suyo. Oye a su madre: “Ollín, hija, te hemos extrañado tanto…”

Para su sorpresa, las puertas se abren. La inmensa alegría que siente agolpándose en sus venas acelera sus latidos. No duda y corre con los brazos abiertos hacia ellos. ¡Por fin, después de soñarlo tantas noches…! Pero justo a punto de fundirse con ellos en ese abrazo mil veces imaginado, la música cesa y despierta sobresaltada mientras la noche discurre sin pena.

Las huellas de las lágrimas en su rostro siguen ahí. Todo fue un sueño, una mala jugada de su subconsciente…y lo peor es que sigue sin aprender la lección y permite que la misma utopía la siga asaltando todas las noches, todas.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Filosofía peseriana

Cierto día (ayer), me encontraba sentada en el último asiento del pesero que me lleva del metrobús hacia mi casa y comencé a filosofar...

Empecé a pensar cosas raras, como las que nos repetía el Tibu antes de salir al recreo :S

De repente, cuando pasaba frente al "Gallo de Oro", se me ocurrió una bonita frase (como para novela).

Y es que a pesar de estar sentada junto a una niña emo que rezumaba fresa ...(de esas chiquillas de secu con modas raras que abundan aquí en el DF) un olor familiar llegó hasta mi asiento. Me dije:

"Aquí huele a mi pasado. Pero, ¿a qué parte?"

Todo el camino intenté responder la pregunta, y aunqué inspiraba una y otra vez...

¬¬

No conseguí nada. Pero la filosofía del pesero activó mi hemisferio derecho.